domingo, 1 de octubre de 2017

EL DOLOR, ESE GRAN AMIGO!

Hoy te levantas. Tarde. Como siempre. A finales del verano has decidido ponerte el despertador para que la "tardanza" vaya siendo algo menor. Tarde, pero no tardísimo. Parece complicado porque la pastilla cuya dosis se aumentó no lo pone fácil. Pero al menos se intentará. Aún en la cama, te peleas con tu cuerpo. Y aún en la cama ya comienza algún dolor a aparecer. Hay dónde elegir. Pero está arrancando, al igual que tú. Conforme van pasando los minutos, ya intuyes cómo van a "alegrarte"el día. Ducha. Te vistes. Desayunas. Lees los periódicos en el ordenador que le tomas prestado ya por costumbre a tu madre. Tras un verano que te ha vuelto a dejar k.o. te propones empezar unos ejercicios para las rodillas que debías haber empezado hace tiempo. -Pero para qué?-, te preguntabas. -Merecía la pena?-. Momentos de desilusión y desgana que se intercalan con otros más animados, en los que los haces por pura cabezonería. Aun haciéndolos piensas -para qué?- . Pero los haces. Pura inercia. Y en este momento no estás precisamente animada por el dolor de espalda que no te permite hacer nada. Literalmente. Prácticamente te tiene sentada en un sofá en el que pruebas mil y una posturas para poder aguantar. Nada de blog. Nada de ordenador por las noches. Nada de móvil por las noches en la cama antes de dormir. Pero te propusiste empezar los ejercicios el día 1 de septiembre y asi será. Parecen poca cosa pero te dejan hecha polvo. Y curiosamente cada día que los haces, parece que la espalda va estando un poquitín menos mal. Las ganas que tienes de mejorar, tipo oasis en medio del desierto? Realidad? Podías haberlo empezado antes si el verano lo hubiera permitido. La fisio lo mejorará, esperas. Mientras, seguirás sin "estresar" la espalda, por si acaso. 2 minutos libres de dolor siempre son mejor que 1. Y mientras tanto, a lo largo del día seguiremos con una amplia gama de dolores y demás. Espasmos gastrointestinales? Poco agradables. Dolores de cabeza? Diversos tipos. Podrá elegir. Mareos? También diversos tipos porque en la variedad está el gusto. Y como aun no has comenzado las clases, te pasas la tarde en tu sillón con las piernas en alto , rebuscando la mejor forma para estar lo menos mal posible. Y llegan las 7. Hora de empastillarse. Hora de la pastilla y media que está causando estragos. Es una sorpresa diaria. Las primeras semanas no había duda, todos los efectos secundarios al unísono que la unidad hace la fuerza. Pasadas algunas semanas, la cosa va progresando adecuadamente y va alternando. Casi siempre. Varias opciones. Somnolencia. Mucha. Mareo. Mucho. Tipo borrachera. Encantador. Tanto que hay días que te hace acostar a horas impensables, 10, 11...  Y la noche es lo tuyo. Es cuando te sueles sentir algo mejor. Antes, por lo visto. Porque te vienes a la cama y tampoco puedes usar el móvil porque la espalda no te permite estar sentada ni 5 minutos...

Y nos encontramos ya avanzado septiembre. Empiezas un par de clases. Nada agotador. Teóricamente. Acabas completamente desinflada. Como dice @DomandoAlLobo en su acertadísimo símil para explicar la fatiga, necesito urgentemente "cargar el móvil". Poco ha cambiado aunque intentas animarte con esa mínima mejoría que sientes de espalda. Wow! Comparado con el mes largo anterior casi es un sueño hecho realidad. Casi. Hacía mucho, años, que habías aprendido a prevenir males aún mayores. Ahora, es casi como un "master de prevención de males mayores". Y no solo es la espalda. También lo son el hombro, la cadera, las rodillas... Todo como resultado de tantos años con tu hemiparesia del lado derecho y como consecuencia de ella, tantos años de forzar la otra parte de tu cuerpo, de caminar mal, de obligarte a "volverte" zurda cuando naciste diestra... Y en cuanto notas un dolorcillo fuera de lugar, detienes tu vida (un poco más) con el único propósito de no empeorar demasiado las cosas. Pero tu cuerpo ya se apaña él sólo para que la fiesta continúe. Y sigue habiendo noches, o días, aunque por lo visto hay preferencia por las noches para que ese síntoma tan tan desagradable, incómodo y doloroso que llaman "dolor tipo abrazo o faja", con ese dolor tan punzante, con esa sensación de constricción o presión interna que a veces hasta te impide respirar y que es provocado por esos espasmos intercostales (músculos situados entre cada una las costillas) aparezca cuando menos lo esperas. Y el resultado asegurado de ello es un empeoramiento en tu espalda. Es como la historia de nunca acabar. Lo que la fisio lucha por arreglar, se desmorona en un rato. O 6 horas, como hace poco. Pero aún así sigues con tus ejercicios, haciendo lo posible por salir aunque sea a dar una vuelta por tu casa cuando la logística lo permite. Y a veces, aunque sean pocas, ves los frutos de tu esfuerzo intentando no pensar en que igual que vienen, se pueden ir... Pero como ya sabéis, soy un pelín cabezota... ;)

No olvidéis visitar el blog  http.domandoallobo.blogspot.com !!! No os arrepentiréis. 

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