jueves, 18 de febrero de 2021

LA PINZA Y EL COLAPSO DE UN CEREBRO...

Nunca, pero nunca os fieis de las pinzas de tender.  Por favor. Su peligro está absolutamente infravalorado. No nos instruyen debidamente en el manejo de esos instrumentos del demonio. Y partiendo de esta sabia advertencia (no tengo abuela así que ya me apaño yo solita), que levante la mano quien sólo las utilice para tender ropa. Ya os digo que os veo y el que no la está levantando es un mentirosillo. De verdad nunca, pero nunca jamás la has usado para cerrar una bolsa de patatas fritas, de chucherías , de... No se me ocurre más en este momento pero hay muchas cosas! Reconocedlo!!!!!!!!!


Y ahora os cuento la tragedia que se mascó la otra noche en mi casa. Os sitúo: dos bolsas de frutos secos, Nueces y almendras para los más curiosos. Dos bolsas y una pinza. Parece el título de una peli (mala, eso sí). Y yo veía apaciblemente la tele tras un día de #%@%##, absolutamente agotada. Del agotamiento ese en el que está anocheciendo y sabes que deberías levantarte a encender la lámpara. Pero no puedes. Una fuerza invisible  te sujeta al sillón. Y vale, total, estás viendo la tele porque no das para más así que lo mismo da... Pero ya no está anocheciendo . Ya ha anochecido. Se ve la tele, claro, pero no se ve un pijo. Y aún así, la fuerza invisible  (llamémosla cariñosamente 'Cabrona'. Pero siempre desde el cariño. El cariño de quien te quiere... mandar a freír monas) sigue empujándote sobre el sillón cual mastodonte aplastándote en plan plátano escachao/espachurrao. Total, que como sabes que tu padre tiene que subir antes o después, pues a él le pillará de camino cuando venga. Bueno, que me desvío! Que tras ese día de tanta actividad, por la noche empecé a parecer hasta un ser humano y todo. De esos que hasta se pueden mover, se rascan si les pica algo y esas cosas. Todo un lujo. Es mi relación con la noche. Igual en otra vida fui Dinio! Pero en guapa. El caso es que a las tantas me da por comer alguna nuez o almendra (caprichos de mi estómago y efectos colaterales de los espasmos de por ahí). Chachi. Me da las bolsas unisex mi madre y yo quité la pinza. Hasta ahí, vamos bien. En mi conciencia no está el que yo estuviera jugueteando ni haciendo nada con la pinza peeeeeeero la pinza, pues sí. Se agarró a la yema de mi dedo pequeño de la mano izquierda. LA MADRE QUE LA PARIÓ!!!!! Qué dolor! Mucho! Pero mucho mucho! Y yo intentaba quitarla con la mano derecha (obviamente, porque aunque la pedí para Reyes, sigo sólo con dos) pero recordemos, señoras y señores, que esa mano no furula bien. Y de repente fue como si mi cerebro colapsara. Dolor. Mano derecha que va perdiendo fuerza (que tampoco es que sea Hulk habitualmente). Más dolor. Más gritar a mi madre que me la quitara (en plan como si un cocodrilo me tuviera agarrada por la cabeza.). Mi madre que dice que la tengo sujeta con la mano, que la suelte. Mi cerebro a punto de implosionar que no es consciente de que la mano esté sujetando la pinza pero que a la vez no tiene fuerza para abrirla. Cerebro que piensa en tirar  de ella  pero que a la vez piensa 'Coño! Si tiras te vas a hacer un peazo de herida!' (Vale, mi cerebro es un cerebro andaluz. Lisiado pero andaluz y por ende, exagerado). Y al final, no tengo demasiado claro si mi madre fue quien me la quitó, si se quitó ella sola porque fue resbalando, pero el caso es que me libré de ella! Y mi dedo seguía conmigo. Todo un detalle. Que haya tranquilidad. Pero el dolor que se me quedó me llegaba hasta la palma de la mano. Hasta el día siguiente. Una experiencia traumatizante. Ya os lo digo yo, jajaja. Se quedó mi mini dedito sin poder ni rozarlo, hinchado... Pero la cuestión de todo esto es el cómo la sobrecarga de sensación, dolor o lo que sea, en serio, que me empanó el cerebro pero de forma brutal! Como darle al botón de STOP. Increíble. 


La verdad es que los dedos de la mano izquierda están que se salen porque el dedo índice está hecho una mierdecilla (eso consultaré con la almohada si con cariño o no) porque está lleno de la dermatitis que empezó por la uña y va ya por la segunda falange. También muy 'gracioso' porque he debido perder a saber cuántas capas de dermis (no estoy especializada aún en Dermatología, lo siento) y el dedo duele con cualquier roce tonto, me hago rajitas con chuminadas y sangra! A ver, no como para desangrarme, pero bastante para ser lo que es. Aunque oye! Si muriera desangrada por eso, sería un puntazo. 'Y cómo ocurrió? Abriendo una bolsa de patatas se nos fue la pobre...'. Sería la muerte mas ridícula de la historia, jajaja. No, pero en serio que es un rollo porque es completamente cierto que me hago heridas y sangran con bobadas y de hecho entre eso por un lado (la uña me la tiene deformada y va a su bola) y ahora que estoy empezando con espasmos en el brazo izquierdo, que os recuerdo que lo necesito, es el único decente que me queda(ba), limarme las uñas me mata y el brazo me lo desgracia así que tuve que tomar la drástica decisión (por segunda vez) de rapar uñas. Y esa es otra cosa que me quita en parte la #esclerosis. Esta vez la culpa es repartida con la #dermatitis . Pero nada, otra cosa más a la que renunciar. Si algo nos enseña esta enfermedad , entre otras muchas cosas (no confundir 'muchas' con 'buenas') es a renunciar a cosas. A veces poquito a poco. Otras, a lo bestia. 


Y ya os hablaré de mi brazo izquierdo que contenta me tiene!!!!!