martes, 18 de abril de 2017

LOS MISTERIOS DEL CEREBRO...

En este tiempo que llevo con el italiano me he dado cuenta del curioso funcionamiento de nuestro cerebro. Bueno, que el cerebro es, cuanto menos, un misterio, es por todos sabido pero supongo que cuando funciona "diferente" a un cerebro... normal? sano? te fijas en cosas en las que en otro caso, puede que no te fijaras. Más cosas que se dan por hecho generalmente? Seguro. Al menos ése es mi caso.

Para hablar de esto, partamos de la base de que yo soy diestra. Y  partamos también de la base de que desde el principio de "disfrutar" de esta enfermedad, tuve que aprender/acostumbrarme a escribir con la mano izquierda... a hacerlo absolutamente todo con la izquierda, de hecho. Quizá partiera con cierta, no demasiada pero sí ligera ventaja que agradezco enormemente supongo que por el hecho de venir de una familia en la que hay y ha habido muchos zurdos, tanto por parte materna como paterna así que cuál no sería mi sorpresa al ver que, si, tras un periodo de adaptación, me apañaba bastante decentemente con la izquierda. Soy consciente de que hay muchas personas que se ven incapaces ni de coger un boli con la mano opuesta a la suya natural. Yo siempre tuve esa facilidad a la hora de coger el boli y escribir las típicas tonterías de aburrimiento de clase. Tontear más que escribir, no os vayais a imaginar que soy ambidextra, que más quisiera yo! El caso es que hoy día, sin ser una letra de caligrafía, sí es medianamente comprensible, lo cual es de agradecer. Lo mío me cuesta. Mucho esfuerzo. Mucho forzar el brazo, espalda, cuello... Pero el caso es que lo hago! Y eyyy! Eso me ayuda a la hora de dar mis clases de inglés. Mola un montón cuando pongo los "vistos" al revés cuando corrijo! Y mi dificultad para escribir está haciendo un gran favor a tod@a es@s niñ@s , los hace escribir sí o sí. Y eso, en estos tiempos de niños "de cristal" que estamos haciendo para que no se molesten demasiado, no se vayan a estresar! es algo que me agradecerán en el futuro. Que tomar unas notas o escribir unas oraciones para traducir no es para tanto!.

Pero a lo que vamos... Cuando decidí ponerme al ataque con el italiano, no tengo muy claro si me planteé que eso requiriría tomar notas. Fuera como fuese, el caso es que me puse con mi ordenador, una libretita de las mil que tenía dando vueltas por mi habitación (ya os imaginaréis que desde que apareció la e.m., y con ello mi imposibilidad de escribir, en mi dormitorio quedó superávit de material universitario, véase bolígrafos, lápices, gomas, sacapuntas, rotuladores varios, carpetillas de esas para entregar trabajos ... de esas que siguen quedando y mira que he regalado a mis alumnos! Y libretas! Más de las que imaginaba. Tenía que haber puesto un puestecito a la puerta de mi casa para venderlo todo! Cachis... Forrarme no pero oye! un dinerito fácil... A menuda hora se me ocurre!) y un boli. Nada de colores. Está planeado para este verano "colorear" mis sorprendentemente apañados apuntes con unos bolígrafos de colores muy chulos que me regaron mis alumnas. Me había enamorado de algunas de las muchas chorraditas de sus estuches... porque chorradas se usan muchan! En mis tiempos éramos más simples, y en los tiempos anteriores a los míos, más simples aún. Y la gente sobrevivía, qué cosas! Pero esa es otra historia. A estas alturas y tras varios meses de estudio, son varias las anécdotas ocurridas con ambos hemisferios de mi cerebro. Los voy a volver locos, angelicos míos.

 En alguna ocasión, he estado yo escribiendo tan contenta... y tan lenta... mis apuntes cuando de pronto upps! Que he puesto esta letra al revés! Queda gracioso y todo. Y los acentos. Sigo peleándome con ellos!En italiano sabéis que se ponen al revés que en español, no? Pues contádselo a mi cerebro! Unicamente logro ponerlos correctamente a la primera si me copio de la pantalla. Hay que darle un largo respiro a mi pobre cerebro para que se aclare. Y ni aún así. Un desastre!

Lo de no poder escribir con "mi mano" es algo que siempre está presente, no  tanto por la escritura sino por absolutamente todo lo que echas en falta tu mano para comer, para partir, para coger un vaso de agua... para todo en esencia. Es algo que no me planteo generalmente pero que es innegable. Igual ocurre con mis apuntes (me hace ilusión decir eso... "mis-a-pun-tes). Los tengo que hacer con la izquierda y eso es innegable. Pero ha habido ocasiones en que ... no sé cómo explicar esto bien para que se comprenda... Cuando he ido a coger el boli para escribir o estando ya con él cogido o incluso estando escribiendo me han entrado, no sólo ganas sino necesidad de hacerlo con la derecha. Su "estado natural". De hecho, más de una y de dos veces he terminado por coger el bolígrafo con la derecha (hasta ahí bien... en general) y me dispuse a escribir. Problema? El boli se fue a freir espárragos al suelo, en un vuelo digno de un transbordador camino a Marte, justo a donde yo no llegaba sin riesgo a matarme, fíjate tú qué curioso! Pura Ley de Murphy. No falla. Lo de escribir con la derecha lleva todos estos años siendo, por pura cabezonería, algo de lo que no desisto. Y en minúscula! Vale, mucho mucho éxito hasta el momento no ha tenido la misión pero según el tipo de lápiz o boli hasta logro cogerlo. Y hago hasta un borrador en sucio, muy muy sucio, de mi nombre. Echándole un poco de imaginación hasta se entiende lo que pone! Claro, que es mi nombre... no hay que ser Einstein para deducir lo que pone. Lo de la firma ya es otro cantar. Esa firma que hace ya tanto tiempo tuvo que sufrir una reconversión hasta ser cuatro míseras iniciales. Que no es cuestión de que te llegue un pedido a casa, por ejemplo, y escribir tu nombre, con la izquierda y en mayúscula, mientras invitas al repartidor a un ameno ágape sentado en el sofá para que pase el rato. Que mi nombre no es precisamente cortito y si me pongo, va para largo! :) Y eso sin rúbrica acompañando el nombre... Mi firma llevaba un marimoño súper mono que en mi cabeza sigue siendo como era en sus orígenes pero a la hora de intentar plasmarlo por escrito, mi cerebro se empeña en poner al revés. Y de verdad que lo he intentado! pero nada, que hay una descoordinación mente-mano de aúpa.

Increíble notar en detalles así ese descontrol que se produce cuando físicamente no puedes hacer algo que, por naturaleza, has hecho desde que naciste. Notar cómo, por un lado está lo que la mente te pide y por otro, el cuerpo te exige. Y esto también aplicable, por ejemplo, a la hora de caminar... o casi no caminar. Tú SABES que no puedes caminar como siempre hiciste. SABES que hay movimientos que no debes realizar, dar un paso atrás sin preparación mental previa y menos aún con prisas. Y aun así, el cerebro, sabedor de que bah! siempre lo has hecho, tiene momentos de rebeldía en que con suerte, no te la pegas porque la guerra civil que hay montada en ese cerebrito  continúa ahí.


lunes, 3 de abril de 2017

VISITA GUIADA. DESTINO... FATIGA!

Me quedan 3 meses para mi cumpleaños esclerótico (no me pidáis día exacto que a tanto no llego!). Cumpliré  9 añitos. Ohhh! Cuando cumpla 10 me auto haré una fiesta, de esas con globos, piñata y de todo. Y hace ya unos días hubo un par muy especial....... de fatiga. De ésa que en la última revisión le comenté a mi neuro y me dijo: pero cansancio? Y yo me debí quedar con cara de "noooo! Que me entran ganas de bailarme una jota!". Todo empezó una noche, sentada tapadita viendo la tele. Justo cuando me pongo con mi rehabilitación mientras veo series. Y cogí la pelotita de goma para empezar a espachurrarla, con cariño, pero espachurre total. Y justo cuando la tenía encima, todo dispuesto en sus puestos de salida, mi cerebro, mi cuerpo y mi todo me dijeron "ufff! Problema de fuerza! Escasas!!!" y saltó el pilotito rojo que te avisa de que algo no funciona (tampoco es que generalmente vaya como una rosa...). Probablemente falta de gasolina. Pero yo lo intenté. Nada, que el cuerpo no estaba por la labor de hacer un esfuerzo. Así que, total, me quedé viendo la tele con la pelota encima por si se trataba de un vulgar bajón de luz, de esos que va y viene en un rato. Pero poco a poco, el bajón de luz se convirtió en un fallo provocado por una tormenta... la luz se va y a saber cuándo vuelve! Ha debido caer un rayo en un generador y lo ha dejado k.o. Así que, muerta de sueño y agotamiento (fascinantes síntomas que me acompañan cada vez más... les debo caer genial!!!), seguí viendo la tele pensando... "y si me acuesto?". Pero la parte de mi cerebro que aún funcionaba con los generadores de emergencia, me decían: "sabes que cuando te acuestas convencida de que caerás redonda en la cama, extraña vez es así", por lo que continué frente al televisor (que no "viendo" la tele). Y ciertamente, tras mucho rato, aún sin haber recuperado la luz al 100%... ni de lejos...me fui espabilando. Seguía sin la energía suficiente para apretujar la pelotita pero tampoco para dormirme cual oso dispuesto a hibernar. Cuando llegó la hora de irme (porque en algún momento tenía que irme no? Tampoco estaba como si me hubiera tomado un Red Bull, con alas y todo...). Una vez en la cama y sin casi juguetear con el móvil ni nada de eso, increíble pero cierto, sí que caí redonda hasta el día siguiente.......

Y llegó el dia siguiente. El sol salió, las flores florecieron y yo.... estaba igual que cómo me acosté. Ni me había planteado que este fallo continuara tras una noche de descanso. Pero sí! Si es que las sorpresas no cesan! Porque intercambiamos el agotamiento por un sencillo y encantador cansancio (los generadores de emergencia estaban ahí listos porque la cosa estaba al límite) y un mareo majísimo. Vale, se me da fatal explicar los tipos de mareos! Lo intento pero es que nunca imaginé que pudiera experimentar tantísimos tipos diferentes y ya ni me quedan sensaciones "normales" con las que equipararlos para que sean algo comprensible. Pero bah! Ya pasó. Ese día. Porque esos dos días se convirtieron en el principio de una... buena? amistad. Y tambien se convirtieron, y eso sin duda, en un punto de inflexión entre un cansancio más o menos llevadero y un agotamiento constante.  Días en que el simple hecho de coger el móvil para relacionarme con el mundo exterior  ( momentos en que el brazo vaguete éste que me ha salido hasta me respetaba!), se convierte en toda una proeza. Días en que se te va apilando la de cosas que has de hacer porque te ves "obligada" por un ente invisible a ir posponiendo y posponiendo... 

Hace un tiempo, no demasiado, me dí cuenta de algo. Quizá soy más tonta de lo que ya sabía o quizá tiene relación con la manera, inconsciente, que he tenido de sobrellevar desde el principio la enfermedad. Prometo que no ha sido nada que me propusiera. La cuestión es que me dí cuenta de que absolutamente todo y desde el principio, lo hago costándome esfuerzo. Más o menos, pero esfuerzo. No me matéis que ya sé que eso nos ocurre prácticamente a todos ehhh? Pero los primeros años sobre todo parece que es algo que tenía tan automatizado que ni me lo planteaba. Hoy día, simplemente ha aumentado de forma exponencial. Pero es en momentos de estas "pájaras", en que por más que quieras huir de ella, ahí está al acecho. Tantos años con fatiga y la tenía tan aceptada que ni me lo planteaba. Hasta que empeoró. Claro que lo mismo me ocurrió al principio. Siempre recuerdo cuando alguien me preguntó si tenía dolores. Ohh! Qué tiempos en que no eran los dolores de hoy día! El caso es que respondí que no. Qué feliz yo! Y tras colgar el teléfono, porque era una conversación telefónica, se me iluminó un enorme signo de exclamación sobre la cabeza y me dije a mi misma: "tú eres tonta! (Lo que nos lleva a lo que os decía un poco más arriba), llevas desde el primer día con medicación para el dolor de piernas y, no tienes dolores????". Hoy día la respuesta a esa pregunta la habría acertado sin duda. Pero supongo que este otro ejemplo representa bastante bien la manera en que he llevado esto, al menos hasta ahora. Esperemos que siga así! Problema? Que olvido tres cuartas partes de mis síntomas si no los padezco en ese preciso momento, lo que para el día a día mola, porque para qué regodearse en dolores y demás detallitos de nada? Pero a la hora de tener que comentar al neurólogo es una putada porque si te ve cada 3 o 6 meses y vas acumulando cosas y dudas, al final vas con El Quijote (y el pobre hombre seguro que no cobra tanto!). Así que, he aquí la importancia de apuntar. En móvil en mi caso. Y cuál sería el mayor problema de todos? Que si me roban el móvil y empiezan a ver notitas varias, muchas varias, en mil aplicaciones distintas en las cuales voy anotando según me pille, me temo que acabaría con una camisa de fuerza y el ladronzuel@, arrepentido por sus actos, se volvería hasta una persona de bien... Así que eso sería gracias a mí. Conclusión: para que luego digan que la esclerosis múltiple no tiene sus ventajas y to'!!!

PS: Cómo funciona mi cerebro que he acabado aquí?