lunes, 28 de mayo de 2018

A DORA LA EXPLORADORA LE DUELE LA CARA DE GUAPA QUE ES

A ver, soy consciente de que soy guapa. ¡Es más que obvio! Las filas de hombres atractivos haciendo cola a la puerta de mi casa lo certifica. ¡Un agobio que llegan a ser! ¡Uffff! Pero no hacía falta llegar a una demostración inequívoca... Totalmente innecesaria. ¿Conocéis el dicho ése de 'te duele la cara de guapa que eres'?. Pues resulta que soy tan tan guapa, ¡que el otro día fue literal! Lo del dolor de cara... lo otro es algo más discutible, jajaja. 

Como creo que queda claro, lo mío hasta el momento es algo así como una esclerosis espasmódica. Parezco el hombre orquesta. Desde el comienzo de esta apasionante (que no agradable) aventura esclerótica. Tooooodo el cuerpo, en un momento u otro, ha vibrado y vibra cual latido del corazón, del que por cierto, yo tengo 2!!!!! Mi corazón vulgar, el que tiene todo el populacho, el izquierdo, y mi corazón de reciente adquisición, el derecho. Ese corazón espasmódico que me convierte en un ser especial y único (o casi) aunque espero que nadie más lo sufra, más que nada porque ahí entramos en la categoría espasmos muy muy porculeros y dolorosos, forma parte justo de esa categoría que con los años ha ido ampliándose de forma alarmante y nuevamente, innecesaria. En los primeros años estaban esos otros espasmos, pertenecientes a la categoría, mucho menos beligerante, espasmos graciosillos. Y hoy día, aunque ganan por mayoría aplastante los primeros, sigue habiendo de los segundos. Qué tiempos cuando te hacían reir y no  pasar noches en vela, vomitar, acordarte de la familia que parió a vete tú a saber quien a la par que los instintos asesinos te corroen lentamente. 

A lo largo de estos casi  10 años, siempre he sufrido de pequeños dolorcillos de cabeza, no achacables a jaquecas ni nada por el estilo. Dolores de estos que requieren un análisis profundo para llegar a encontrar una forma comprensible de explicarlos. Con el tiempo, la experiencia y que una es muy lista (a la par que bella cual camella), fui siendo consciente de que se trataban de espasmos. Increíble pero cierto. ¿Espasmos en la frente? ¿Espasmos en la zona mandibular que hacen que te confundas con dolor de muelas? ¿Espasmos en la parte superior de la cabeza, así como en pleno cráneo? Pues sí. Que no haya miseria. No se me podrá acusar jamás de no hacer las cosas a conciencia, ¿eh? Pero ya estoy acostumbrada a eso. Forma parte de mi vida cotidiana e intento, siempre que sea posible, no darle vueltas. Si ocurre, piensas en que ya se pasará y a otra cosa mariposa. Pero hace un par de semanas ni mariposa ni otra cosa ni na' de na'. No hay otra manera de explicarlo: me dolía la cara. Frente, cuencas de los ojos, mejillas que tocabas y parecía que estaban haciendo un unplugged y pasándoselo en grande... Tocaras donde tocaras, aquello parecía el "chunda chunda" de la movida madrileña. Fue un día movidito ;) Menos mal que ya no volvió a pasar. La movida madrileña, porque lo demás se va turnando habitualmente. 

Y más reciente aún. Algo que continúa. A ratos, a oleadas... incluso con días de calma. Otros no tanto. El otro día me sentí (y me siento) en fase Dora la Exploradora en busca de explicaciones a síntomas que si ni nosotros sabemos auto-describirnos, imagina para que alguien sano te medio comprenda!: os describo lo que hasta el momento he conseguido describir pero sigue sin ser exactamente lo que es. Una especie de picotazo como por la clavícula, cuello....Al principio parecía picor, ¿uno de esos que te dan y no logras localizar pero te vuelve loca?  Pero no es picor (tras desollarme por todos lados, llegué a esa conclusión). La sensación se extiende como si fuera un relámpago por todo el brazo. Todo esto en el lado izquierdo. Pensé (y sigo pensando) que se trata de alguna disestesia o algún rollo de esos. Como no es nada constante y ni tan siquiera diario, lo dejo estar hasta que se lo comente al neuro en la próxima revisión para cuando mi yo Dora la Exploradora debería haber encontrado alguna forma mejor de describirlo... y si no, a fastidiarse que para eso cobra! jajaja. La fisio el otro día me estuvo tratando por si fuera algo causado por esta estupenda espalda y cuello tan poco problemáticos debido justo a los espasmos constantes. Espalda y cuello podrían perfectamente ser declarados 'zona sísmica constante' y a causa de ello, casi ni se notan contracturas ni nada de eso (Sarcasmo, por si alguien no lo ha pillado). El caso es que ahí sigue todo así que... Otro misterio digno de Iker Jiménez!

jueves, 3 de mayo de 2018

A PROBAR UNA NUEVA ESPECIALIDAD: ¡HEMATOLOGÍA!

Hoy es día de "inundación corporal" a base de muuuuuuuuucho líquido que mañana toca analítica y yo, que soy de venas escurridizas, tengo un par de truquillos aprendidos estos años (si es que la experiencia es un grado!). Beber mucho el día de antes para hidratar las venas... sí, suena a coña, la verdad sea dicha, pero fue un consejo de una enfermera del hospital de día: beber mucho y un vasito de agua también por la mañana antes del análisis. Y ponerme una bolsa de agua caliente, en este caso eléctrica, antes del análisis siempre que haga frío, cosa que parece que hace a estas alturas de mayo. Ha habido ocasiones en que he llegado al centro de salud con los brazos que parecía que me habían pegado una paliza. Pero generalmente van bien estos trucos. Los análisis en verano molan más porque lo del calor no hace falta pero mis venas son demasiado frioleras y tímidas y en cuanto hace un poquito de fresquito, se esconden; ellas puede que se lo pasen genial jugando al escondite pero cuando empiezan a hurgar con la aguja en busca de la vena perdida, a mí particularmente no me resulta tan apasionante. Lo sé, soy una tiquismiquis pero eso de notarte la aguja para afuera, para adentro, para los lados... no se me hace una pasatiempo demasiado entretenido ;) A todo esto,  esta analítica no es para el neuro, ¡¡¡¡¡¡¡¡que voy a estrenar otra especialidad!!!!!!!!!!! ¡Iujuuuuu! Para hematología que va. Hace mucho mucho que me salen pequeños moraditoss en las piernas. Yo soy torpe pero ¿tanto?  Va a ser que no. Yo me los iba vigilando hasta que un día, de repente, me vi uno no tan pequeño. Se lo comenté al neuro en la última visita y allí que me mandó al hematólogo. Por medio me salió otro morado considerablemente grande... y otros pequeñitos de los que no soy consciente si salieron como resultado de golpe o no pero vamos, que demasiado morado en este adorable cuerpo! No sé por qué intuyo que de ahí me mandarán a vascular pero no adelantemos acontecimientos.... Cierto es que desde el principio de esta apasionante aventura esclerótica, las piernas y pies , sobre todo la derecha, se me congelan hasta tal punto de llegar a doler. Es más, pasando un dedo por encima me creo una red de carreteras súper chula! Eso cuando están en modo "refrigerador". ¿Y los pies? No llego a tener los pies calientes hasta que no estamos a 40º casi, jajaja.  De hecho es una putada como una catedral de grande a la hora de irte a la cama. Pies fríos, piernas frías, ya son suficientes para crear un entorno de frío corporal con el que dormir se convierte en toda una hazaña. Es por eso por lo que duermo con una manta eléctrica en la cama, que este año me ha dejado la espalda hecha un nido de telarañas. En plan paliza, ¿como lo de los brazos con el calor para los análisis? pero peor y mucho más permanente en el tiempo. Así tipo tatoo. Menos mal que ya se me va pasando porque me veía yo todo el verano tapándome la espalda así en plan monja! De ahí lo de mi pequeña conclusión. Si me estoy pasando de lista, ¡ya os informaré! No estaría mal, la verdad... A veces equivocarse es genial. 

A parte de eso, he de hablar de la dicotomía en que vive mi cerebro, pobrecito él!!! y Pobrecita yo que me va a matar la dichosa dicotomía! Estaba la otra noche viendo la tele tranquilamente con mi mayor tesoro en las manos: el mando a distancia. Vale, estaba haciendo el tonto con él y en una de esas lo fui a soltar para que cayera plácidamente en mi regazo (qué romántico suena...). La trayectoria obvia era dejarlo caer en dirección vertical pero mi cerebro tenía otra alternativa mejor... para mí no, pero para alguien... y pensó: ¡ey! ¡hagamos una pirueta en vertical que quedará más chula! Y chula no sé yo pero me lo auto tiré sobre un nudillo. ¡La madre que lo parió! No sé si al mando o a mi cerebro pero, ¡cómo dolió! Deberían avisar, como en los paquetes de tabaco, que vale, que la enfermedad esta no será mortal (Por cierto, eso nos llevaría a un más que interesante debate fuera de toda coña) pero que hay que tener vigilancia constante porque al cerebro éste desmielinizado que tenemos  se le va la olla y hace lo que le da la gana! (Y ya en serio, lo del nudillo es una chorrada pero hay sustos mucho mucho peores). 

¡Y algo más! Relacionado con lo que os contaba el otro día de aprender a relativizar. Estuve unos días con una ciática así como un pelín-demasiado... Fastidiaba, obviamente, y dolía pero ¿comparado? ¡casi como si te hacen cosquillas! Lo dicho, la teoría de la relatividad es muyyyy cierta! 

Y aquí acabo por hoy tras esta ensaladilla rusa de post que he escrito... Es lo que hay, mi cerebro funciona así y hay que darle libertad, ¿no?