viernes, 29 de noviembre de 2019

NO CONFUNDAS...

No confundas mi sonrisa con alegría y felicidad. Yo soy así. Sonrío. Eso lo ves. Las lágrimas no las ves. El dolor no lo ves. La frustración constante no la ves. La incertidumbre de mi vida no la ves. El esfuerzo constante por lograr cualquier cosa, por nimia que te parezca, no lo ves.

No confundas mi sentido del humor y pienses que eso significa que estoy de fábula. No lo estoy. Piensa que a veces, no siempre pero sí a veces, sea simplemente una herramienta, una forma de sobrellevar todo lo que tengo que sobrellevar. Y todo porque elegí la opción de no ir arrastrándome por las esquinas en un mar de llanto siempre que pueda evitarlo. 

No confundas tus olvidos y mala memoria con los míos. Créeme, no tienen nada que ver. Yo, una vez estuve sana y créeme, nada que ver. Lo mío va más allá de simples olvidos. Es también quedarte en blanco, perder momentáneamente la capacidad de pensar y sentir que tu cerebro se ha quedado en 'pause'. Es no ser capaz de seguir una conversación y ya conversaciones entremezcladas, ni te cuento. Es el 'necesitar' una burbuja para hablar donde no haya ningún otro sonido, voz, comentario porque todo ello, probablemente, haga que olvides por completo no ya lo que estabas diciendo o ibas a decir sino también olvidar incluso de lo que estabas hablando. Sueles olvidar lo que estabas diciendo en medio de una frase? Yo sí. 

No confundas tus problemas momentáneos de concentración en una tarea con los míos. Volvemos al modo 'pause'. Y puede durar poco pero también mucho e impedirte concentrarte hasta en cosas que, a priori, no necesitan esa concentración. Ver una película o serie o documental y no ser capaz de seguirla porque a los 10 minutos ya ni recuerdas cómo comenzó. 

No confundas el verme arreglada, maquillada y con buen aspecto con que de pronto se me ha pasado todo de golpe y estoy como una rosa sin dolores, mareos, espasmos, espasticidad, desequilibrio, descoordinación ...

No confundas que haga chistes y diga memeces con que estoy más feliz que una perdiz. Es sólo que no merece la pena añadir tristeza a la tristeza ya existente. Y repito: yo soy así. 

No confundas el que no me queje o te cuente el dolor o mareo o lo que sea que tenga en ese momento (porque seguro que algo hay en ese momento) con que me encuentre bien. No es así. Hace muchos años que no lo estoy, hace años que no sé lo que es vivir sin un dolor. Pero, de qué sirve dar explicaciones a quien no las pide? He de racionar la poca energía con la que me levanto de la cama todos los días como para eso. Y regodearse tampoco resulta muy útil. Y añade más fatiga, si no física, sí mental. No. Mi vida no es ni por asomo maravillosa. Finjo bien, que es diferente. Cuestión de supervivencia. 

No confundas lo que crees saber sobre la enfermedad con lo que realmente sabes. Infórmate (antes de hablar). Puedes hacer muchísimo más daño del que piensas. 

No confundas  lo que tú consideras  'hacer planes a largo plazo' con lo que yo considero por eso mismo. Para mí, ese 'largo plazo' puede consistir incluso en unas horas. Si hablamos de días, ya eso son planes a larguísimo plazo. 

No confundas que no te taladre la cabeza con mis problemas con que éstos no existan. Hay gente que tiene un don para contarte hasta el primer llanto cuando nació. Yo no. A veces me gustaría pero no, carezco de ese don. Y yo pensaba que era algo positivo! Ya hay veces en que hasta dudo porque si sonreír equivale a 'qué guay estoy!', hay momentos en que preferirías ir dando pena si así logras que la gente te escuche. Aún así, prefiero quedarme con mi sonrisa y mi sentido del humor. 

No confundas que sea una paranoica con querer evitar resfriados, viruses varios y esas cosas. No te haces la menor idea de lo que me afecta, y cómo me afecta, todo eso. Unas pocas décimas de febrícula? Ya me han matado. Fiebre de verdad? Pánico. No es demasiado apetecible perder todo control sobre tu cuerpo ni quedarte ciega a causa de fiebre alta. 

Y no confundas todo esto con que yo pretenda quedar por encima de nadie. Esta es mi vida. Sin vacaciones de enfermedad. Día tras día. Momento a momento. Minuto a minuto. 









3 comentarios:

  1. Nena, uno de los mejores post que te he leído... solo me queda aplaudorte, porque aunque te entienda, las circunstancias nunca son las mismas 👏🏻👏🏻👏🏻👏🏻

    ResponderEliminar
  2. Muchísimas gracias preciosa! Y justo lo que tu dices, las circunstancias nunca son las mismas y algunas cosas serán más aplicables para algunos y otras para otros,o quizá a ninguno! Pero la idea global creo que si, verdad?
    Un millón de besitos!

    ResponderEliminar
  3. Este comentario ha sido eliminado por un administrador del blog.

    ResponderEliminar